Sortear obstáculos en un infinity run con el carro de la compra por los pasillos de un supermercado y, como premio, conseguir saldo para tu tarjeta de cliente. Es un juego real, sí, pero sobre todo es un excelente ejemplo de cómo una marca puede conectar mejor con su público, fidelizarlo e, incluso, incitarlo a comprar a través de algo tan aparentemente improductivo como un videojuego. ¿Por qué puede ser una buena idea personalizar un videojuegocomo herramienta de marketing?
No estamos descubriendo nada si decimos que el fenómeno global de Pokémon Go en 2016 ha demostrado que jugar con nuestros móviles es cada vez más masivo y, además, ya no es algo individual e intransferible, sino que nos permite interactuar con la realidad y puede tener un alcance social. No en vano, 8 de cada 10 millennials gamers ya utiliza el móvil para jugar y, progresivamente, prefieren interactuar con la realidad además de compartirlo con sus amigos.
Los videojuegos ya han entrado en la empresa y la empresa ya ha entrado en los videojuegos. Los serious games están accediendo a los despachos de las compañías más importantes para ayudar en la toma de decisiones, en las dinámicas de grupo o en la comunicación interna, siguiendo el lema clásico de aprender o motivarse jugando. Y, en la otra dirección, también están conectando con el público joven a través de la publicidad Ad Mob integrada en los propios videojuegos de éxito.
El próximo paso es fundir ambos conceptos: que las marcas atraigan a su público a través de un videojuego personalizado; que la gente juegue literalmente con la marca en su móvil. Fundamentalmente, con tres objetivos claros:
1. Notoriedad de marca
Transmitir los valores y conocimientos de tu marca a través de los juegos, además de generar un vínculo con el público joven.
2. Fidelización
Premiar a los clientes con bonificaciones, descuentos u ofertas sobre tu producto o servicio.
3. Aumento de ventas
Integrar en el juego recompensas para e-commerce y moviliza a los usuarios hacia la compra.
¿Y cómo se puede crear un juego que lleve mi marca?
Existen distintas fórmulas y tipos de juego para generar impacto comercial más o menos intrusivo, desde un tipo de personalización en la que la marca tiene una presencia sutil o testimonial hasta uno de los elementos principales del juego convertido en un logo.
En los videojuegos arcade es muy sencillo hacerlo, con resultados llamativos y divertidos: un angry birds en el que el proyectil se puede customizar, customizar la rana que cruza el estanque recogiendo luciérnagas o el clásico memory, en el que hay que descubrir parejas de cartas, con imágenes que pueden ser personalizadas.
Pero también se puede aplicar a juegos de rol que permiten introducir nuevos personajes escaneando con el móvil una figura real, un logo o un código QR. De esta manera, acciones de merchandising, marcas, retail o editoriales pueden ofrecer una experiencia divertida al usuario con sus productos o servicios, generando una interacción entre su producto, sus logos o sus iconos y el juego en formato app móvil.