Serena es el nombre de un chatbot conversacional diseñado para comunicarse con las personas y evaluar sus sentimientos de soledad no deseada. A través de aprendizaje automático, y con la contribución de la participación ciudadana, ayuda a su detección temprana y a mejorar la calidad de vida de las personas mayores y de quienes las cuidan. Este proyecto de investigación del grupo GIANT (Machine Learning for Smart Environments), que tuvo un importante eco en medios de comunicación cuando se lanzó durante el primer confinamiento de la covid-19 en España, será una de las principales líneas de trabajo de la nueva Cátedra Cuatroochenta de Inteligencia Artificial, Salud y Bienestar de la Universitat Jaume I. Dirigida por los dos profesores que lideran Serena, Óscar Belmonte (Lenguajes y Sistemas Informáticos) y Antonio Caballer (Psicología Evolutiva, Educativa, Social y Metodología), e impulsada por Cuatroochenta para implicarnos todavía más en poner la tecnología al servicio de las personas y en tender puentes para la transferencia de conocimiento entre universidad y empresa.
“El despliegue de la inteligencia artificial implica importantes cambios y hay que buscar la manera de aprovecharla para que tenga un impacto positivo, en este caso, en el ámbito de la salud y el bienestar”, destacó la rectora de la Universitat Jaume I, Eva Alcón, en la firma del convenio de creación de la Cátedra, el pasado 11 de junio, durante la que también elogió la trayectoria de la compañía.
Equidad, responsabilidad y transparencia en el uso de la IA
Además de la investigación, la nueva cátedra tiene como objetivos, conforme recoge el convenio de colaboración por tres años con la UJI, el fomento de la formación y la difusión del conocimiento y la innovación. Prestando “especial atención a las ventajas del uso de algoritmos de aprendizaje automático capaces de realizar predicciones, generar nuevo conocimiento y personalizar las aplicaciones, productos y servicios que se ofrecen a las personas en el ámbito de la salud”. Todo ello vigilando las implicaciones éticas de la inteligencia artificial, “en particular para prevenir la obtención de resultados discriminatorios”, aplicando principios de equidad, responsabilidad y transparencia.
Los directores de la cátedra, Óscar Belmonte y Antonio Caballer, subrayan la importancia de que la “cátedra garantice la continuidad de investigaciones que apuntan muy buenos resultados” y que se trata de “una de las primeras cátedras especializada en tecnología y salud”. Además del proyecto Serena, Belmonte y Caballer también desarrollan Senior monitoring, un proyecto de localización en interiores para que, a través de patrones de comportamiento y con sensores de velocidad de la marcha, pueda detectar decaimiento cognitivo y las enfermedades relacionadas.
El objetivo, que la tecnología llegue a la sociedad
Una investigación con la que Cuatroochenta ya venía colaborando desde su gestación en 2016. Al igual que desde 2015 con Mit4, impulsado por el propio profesor Óscar Belmonte junto a Reyes Grangel y Mercedes Segarra, un proyecto educativo pionero para fomentar el emprendimiento entre el alumnado universitario, desarrollado en los Grados en Ingeniería Informática, Matemática Computacional y Diseño y Desarrollo de Videojuegos de la UJI y premiado por la Sociedad de Ingeniería de Software y Tecnologías de Desarrollo de Software (SISTEDES).
Sergio Aguado, CIO, socio fundador de Cuatroochenta y principal impulsor de la cátedra, tiene claro que el objetivo final de esta trayectoria de colaboración con la investigación universitaria de tecnologías aplicadas a la salud es contribuir a que “sea sostenible para que realmente llegue a la sociedad y las personas afectadas terminen beneficiándose de esas tecnologías”. “Hay una parte de responsabilidad social por nuestra parte y también pondremos todo el esfuerzo para conectar la cátedra con empresas interesadas, para que esa tecnología se ponga en funcionamiento”, explica Aguado.
Entre las motivaciones que han llevado a Cuatroochenta a involucrarse en la cátedra de la UJI, Santi Gimeno, CBO y socio director de Cuatroochenta, también destaca la de “devolver a la universidad, en cuyo parque tecnológico Espaitec está instalada nuestra sede central, parte de lo que nos ha dado en términos de formación, calidad de vida y captación de talento”.