"La tecnología en el futuro será lo más parecido a la magia. Cuando una tecnología es difícil es porque es incipiente, como cuando los ordenadores se colgaban. Nadie desarrolla una tecnología para que la gente no sepa usarla"
- Juan Luis Arsuaga, paleontólogo
"Ahora hemos mecanizado una parte pequeñita de cómo pensamos en nuestro aprendizaje a partir de datos y patrones. Con la IA vamos a descubrir cosas que como seres humanos no seríamos capaces"
- Eduardo Sáenz de Cabezón, matemático
"Estamos en un momento en que no nos da tiempo a abrazar la velocidad de la IA. Va muy rápido. Por ello, es necesaria la recapatización de las personas para que podamos salir del círculo de confort"
- Lorena Gil, Directora Industria 4.0 Antolin
La inteligencia artificial es y será un gran apoyo, complemento o potenciadora, pero no sustitutoria de los humanos porque la verdadera inteligencia está en formular las preguntas y, de momento, la IA no tiene esa iniciativa. Es la reflexión con la que me quedo y que condensa una de las principales conclusiones del debate que moderé y en el que logramos juntar al prestigioso catedrático en paleontología Juan Luis Arsuaga; el popular divulgador científico, matemático y profesor Eduardo Sáenz de Cabezón; y la ingeniera, experta en transformación digital y responsable de Industria 4.0 de Antolin, Lorena Gil.
La tecnología ha sido clave para la evolución humana, sobre todo aquellas innovaciones que han permitido acumular y transmitir información y conocimiento. La escritura, la imprenta y, mucho más recientemente, internet y la IA han transformado la forma de interactuar, pensar y resolver problemas, según destacaron los ponentes. La charla repasó también algunos desafíos que abren los algoritmos más avanzados de IA: la ética y regulación para evitar sesgos y garantizar la transparencia o la recapacitación de las personas.
La genialidad está en la pregunta
“La inteligencia artificial puede copiar y hacer un cuadro de Van Gogh, pero eso lo hace cualquier alumno de Bellas Artes”, puntualiza el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca y director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos. El catedrático tiene claro que “los ordenadores nos ayudarán a contestar a las preguntas, pero es muy difícil que nos resuelvan los grandes problemas que tenemos hoy en día”. ¿Por qué? Porque “la genialidad está en la pregunta, en hacerse una pregunta”, como hicieron Einstein, Galileo o Aristóteles. Huyendo del tecnosoluciosnimo, recuerda que es la base del método científico y la humanidad ha evolucionado gracias a ello.
Arsuaga, el más reputado divulgador científico de España, recuerda que “cualquier tecnología suficientemente desarrollada o madura es indistinguible de la magia”, tal y como vaticinó Arhur Clarke, autor de la novela 2001: Una Odisea en el espacio. El paleontólogo aboga por la usabilidad de la tecnología: “tiende a facilitar las cosas, porque si no la gente la rechaza”. Y si “es difícil, es porque es incipiente”.
El potencial de la IA
¿A un ordenador le gustarán alguna vez las fresas con nata? Con esta pregunta Alan Turing, considerado el padre de la computación, se planteaba la posibilidad de que los ordenadores fueran inteligentes. El divulgador científico Eduardo Sáenz de Cabezón recordó esta anécdota en una de sus intervenciones para advertir del riesgo de reducir la evaluación de la inteligencia “a aquellas cosas que también saben hacer los ordenadores”.
La IA ha sido capaz de mecanizar algunas habilidades humanas, es decir, “una parte pequeña de nuestro aprendizaje a partir de datos y patrones”, apunta el matemático y profesor del Área de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de La Rioja. Y puntualiza: “Nuestra inteligencia, junto a esa nueva herramienta, es la que nos va a llevar a lugares que no sospechamos”.
Actualizar las competencias humanas
El fuego tardó medio millón de años en socializar. El smartphone lo ha hecho en apenas una década. Aunque el paleontólogo defienda la capacidad humana para seguir adaptándose a las nuevas tecnologías o innovaciones, para la ingeniera informática y directora de Industria 4.0 de Antolin, Lorena Gil, la actual velocidad de desarrollo de la IA dificulta su adopción. Por ello, la experta en transformación digital del sector industrial defiende que el desafío actual no es solo tecnológico, sino cultural y apuesta por la “recapacitación de las personas”.
La charla planteó un paralelismo entre la domesticación de los animales en el Neolítico, clave en la evolución humana, y la domesticación de los algoritmos, en plena explosión de la IA. Aunque los algoritmos no son salvajes, porque son programados por personas, existe la necesidad de controlar y regular el uso de los algoritmos que automatizan decisiones, sobre todo en aquellos más avanzados, basados en redes neuronales profundas, en los que “llega un momento que dan una respuesta y no sé qué ha hecho exactamente”, apunta el matemático Sáenz de Cabezón.
Un debate que sirvió para vislumbrar la importancia de reflexionar sosegadamente y sin interrupciones, como aboga la charla #EnModoAvión, sobre la revolución tecnológica actual marcada por la IA. Aunque los discursos utópicos y distópicos sobre la inteligencia artificial son los que parecen captar la atención, la charla apostó por profundizar en el poder transformador de la tecnología en el trabajo y en la sociedad, poniendo en valor el componente humano.
Las charlas #EnModoAviónnModoAvión
#EnModoAvión es un ciclo itinerante de charlas divulgativas sobre el impacto de la tecnología en la sociedad, que impulsa Cuatroochenta desde 2017 en diferentes ciudades para propiciar el intercambio de ideas con la participación de personas expertas, contribuyendo así a un uso más informado y responsable. Un formato de debate abierto y participativo que ha abordado la relación de la tecnología con la educación, alimentación, salud, smart cities, el sector retail, las personas mayores o la ciberseguridad en el sector aéreo en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Panamá. Los vídeos de las charlas completas y sus clips acumulan más de 80.000 reproducciones en YouTube.