Decenas de opciones con dos únicas respuestas: sí o no. Si tiene algo que llama la atención, querremos saber más y, con un poco de suerte, se hará la magia. El match. Pero no sólo las aplicaciones para conocer gente, para encontrar el ansiado flechazo, funcionan así. En un mundo en el que cada vez son más y más constantes los estímulos que se reciben, es fundamental saber cómo conseguir llegar a esa persona. El flechazo, la chispa, la conexión, el encuentro, en este caso, entre la empresa y el cliente.
El entorno online, basándose en su flexibilidad y en la medición, se ha convertido en el escenario perfecto para que empresas y clientes se encuentren, relacionen e interactúen.
Existen distintas herramientas de análisis y medición que permiten conocer al usuario, consiguiendo saber cómo y de qué manera ofrecer cada servicio y/o producto según el target deseado, llegar a él de forma directa e incluso crear una experiencia que pueda ir más allá de una simple adquisición. Pero, ¿de qué manera podemos conseguir ese match? ¿Cómo puede una empresa diseñar un plan de marketing para enamorar a su público?
El primer contacto: Análisis del mercado.
Es importante valorar tanto el potencial del cliente como las características propias: qué tengo, qué quiero, cuál es mi entorno, cómo es el mercado en el que me muevo, tengo o no competencia, etc. Las respuestas a estas preguntas llegan con la elaboración de un análisis DAFO, un análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades
El flechazo: Cuáles son los objetivos.
Una vez analizados los diferentes factores internos y externos, es importante empezar a desarrollar una serie de objetivos claros, alcanzables y cuantificables. Este punto es fundamental, ya que servirá para empezar a dibujar el camino a seguir.
La primera cita: El plan de marketing online.
Una vez creada la base, llega el momento de desarrollar el plan de marketing online que se llevará a cabo para poder cumplir cada uno de los objetivos marcados. ¿Qué queremos decir?, ¿qué contenidos queremos compartir?, ¿cómo queremos llegar a nuestro público objetivo?, etc. El plan de marketing ayuda a dar respuesta a todas estas preguntas.
Son muchas las plataformas y herramientas de las que disponemos para llevar a cabo distintas estrategias, por lo que tan sólo será necesario analizar cuáles de ellas nos pueden ser útiles para cumplir los objetivos, consiguiendo dar forma a un contenido propio y de valor. Por esta razón es importante conocer cada una de las características tanto del entorno web en el que nos movemos como de las redes sociales, las cuales, además se convertirse en un mecanismo de creación de contenido y de marca, ayudarán a conectar con el público.
Plataformas como Twitter, a través de sus mensajes cortos, facilitan el diálogo (hilos) y ayudan a llegar a un público desconocido a través del uso de hashtags y menciones. También Linkedin, una red profesional que, pensando en determinados productos y servicios, es idónea para segmentar y conectar con público objetivo muy específico.
Mientras, con Facebook es más sencillo crear crear la sensación de comunidad, ya que permite que el público se encuentre y participe a través de publicaciones e interacciones (reacciones, comentarios, compartir, etc.). También hay plataformas que se encargan de aspectos más específicos, como en el caso de YouTube o Vimeo para el contenido audiovisual.
Seguir las tendencias de comportamiento de los usuarios con las redes sociales permite ir un paso por delante. Un ejemplo claro de esto es Instagram, en los últimos años la plataforma ha crecido de forma notable, tanto en su uso como en el número de usuarios, predominando el público joven pero abriéndose cada vez a más tipos; incluso se podría decir que ha conseguido desbancar a otras como Pinterest o Snapchat.
Instagram ha añadido nuevas funcionalidades y herramientas (vídeos, stories, live, filtros, máscaras, mensajes privados, seguimiento de hashtag, etc.) con las que ha conseguido convertirse en mucho más que una red social en la que los usuarios comparten fotografías e imágenes como era inicialmente, para dar forma a una herramienta perfecta para crear comunidad y complicidad con el público.
Lo importante es conocer cuáles son las redes sociales y plataformas de las que se dispone y cómo pueden ayudar a la hora de crear contenido, imagen de marca y estrategias de comunicación y marketing según los objetivos. Es importante tener en cuenta que no todo vale, cada red social tiene sus propias características y público y estar en todos lados puede llegar a repercutir negativamente en la imagen de la marca. Por ejemplo, si el público accede a la cuenta de Instagram de una marca y no encuentra ninguna publicación o que el último tweet publicado en Twitter sea de hace dos años son situaciones de una mala gestión del contenido en las redes y puede provocar sensación de abandono y de dejadez por parte de la empresa.
También es recomendable disponer de un punto de encuentro, una herramienta que podamos utilizar para crear contenido fuera de las redes, dirigir al público hacia nuestro objetivo y crear un posicionamiento. ¿Cómo se puede conseguir? A través de una página web.
El momento del match: SEO.
En la red el contenido siempre permanece, por eso es tan importante cuidar todo lo que pueda aparecer relacionado con nuestra empresa y/o marca. Cuando se habla del SEO, se habla del posicionamiento orgánico en buscadores. Es decir, que nuestro plan de marketing se haya desarrollado de tal manera que sea imposible no ser la primera opción del usuario. El amor verdadero.
Una página web y un blog con los que cuidar ese posicionamiento SEO y alimentarlo de forma constante a través de la creación de contenido es la clave. Además, se disponen de herramientas como Google Trends o Google AdWords, que ayudan a conocer las conductas del público, de qué y cómo hablar, cuáles son las tendencias de búsqueda en el público, cuál es su perfil, etc.
En el caso de Google AdWords, al tratarse de una herramienta para hacer campañas de pago por click, no es gratuita.
Otra forma de crear contenido puede ser a través de otros, es decir, utilizando el posicionamiento y la influencia de otros, como por ejemplo blogs, para mostrar nuestro contenido a través de colaboraciones a través de posts y similares; y que también ayuda a mejorar el posicionamiento. Sin olvidar herramientas como Google Adwords, red de búsqueda y de display que se puede utilizar para hacer branding, e incluso las propias campañas de pago a través de redes sociales, con las que podemos llegar a nuestro público objetivo (mediante segmentación), instando a la participación e incluso dirigirles a una página web propia o similares.
En definitiva, un plan de marketing online se traduce en un trabajo que actúa en distintos campos, partiendo desde el análisis hasta la ejecución. Por esta razón es tan importante contar con un equipo multidisciplinar (analistas de mercado, publicistas, periodistas, programadores, diseñadores, etc.) que pueda trabajar a fondo en cada una de las áreas, consiguiendo así el tan ansiado match.