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Desarrollo app  ·  Transformación digital

La comunicación interna con carteleras, intranets o newsletters cede paso a un nuevo contexto social en el que prima la agilidad y la informalidad. Las apps privadas emergen como aliadas perfectas para hablar con nuestros públicos y escucharlos.

Si hay alguien que sabe lo que se cuece en una organización esos son los empleados. Están a pie de obra, hablan con proveedores, con clientes, con colegas propios y de la competencia… algunos leen noticias y se forman para saber más sobre su trabajo. Tradicionalmente quedaban fuera del mapa de públicos de las organizaciones y tenían un peso tan bajo que apenas se les dedicaba ningún esfuerzo “extra” en materia de comunicación por ejemplo, porque se prefería concentrar recursos en campañas externas, dirigidas mayoritariamente hacia el cliente.

Sin embargo, los empleados han ido ganándose poco a poco la consideración de un socio estratégico para la razón de ser de las empresas. Conforme avanza la automatización de procesos las compañías toman conciencia de la necesidad de contar con mayor talento humano, que aporte 360, es decir, en todos los ámbitos de la empresa.

Las empresas toman conciencia de la necesidad de contar con mayor talento humano.

“El cambio producido en la concepción de los RRHH como influencers internos y externos obliga a las compañías a gestionar el talento y a alimentarlo desde distintos departamentos para lo que se necesita tecnología ágil y adecuada”.

¿Qué es más efectivo el correo corporativo o el grupo de Whatsapp del departamento?

El talento requiere de herramientas y si no se las ofrecemos se las buscará por su cuenta. Herramientas como el correo electrónico corporativo son muy útiles para muchos procesos y pese a ser tan rápido como lo puede ser un grupo de Whatsapp u otra red social, se ha quedado obsoleto para algunos procesos. Mientras permite dar un formato muy elaborado al texto que vamos a enviar o asegurarnos una alta calidad del adjunto, su interfaz no permite poner el acento en la relación e interacción con las personas a las que nos dirigimos, ni en las reacciones inmediatas de éstas a los archivos que enviamos, con independencia de su calidad, que es justamente lo que a veces más necesitamos.

Sin embargo, usar redes sociales de propósito general para usos profesionales no es la solución ideal. Existen numerosos problemas que lo desaconsejan. Uno de ellos es el ruido. En estas redes se tocan todos los temas, los hay de trabajo pero mayoritariamente son de ocio, con lo que algunas ideas o cuestiones muy importantes en lo laboral podrían pasar inadvertidas con solo haberlas lanzado en un momento inadecuado y lo que es peor, sin la posibilidad de recuperarla en un futuro.

SwetComm permite crear o reforzar una cultura corporativa abierta

Una de las soluciones pasa por tener un entorno “controlado”, con la agilidad y potencia de una red social. Sweetcom de Cuatroochenta sería un buen ejemplo, que nos permite crear o reforzar una cultura corporativa abierta basada en la colaboración y la participación, ayudándonos a centrar las conversaciones en temas estrictamente profesionales.

Estos entornos, app privada al estilo red social, garantizan el acceso a la información por parte de todos los miembros de la organización y que ésta sea adecuada para todos los componentes que están en el mismo nivel o grupo. Sin exclusiones y, lo que es más importante, favoreciendo la aparición de liderazgos internos poniendo en valor a personas que de otro modo pasarían inadvertidas, con el simple hecho de ofrecerles un espacio en el que intercambiar sus ideas, poder preguntar de manera constante sin miedo, poner en valor su capacidad de observación y experimentación o simplemente aportar un mecanismo fácil para relacionarse y hacer networking.

Otra gran aportación de herramientas tipo app privada al estilo red social es que ayudan a evitar la proliferación de rumores, que pueden generarse más fácilmente en una red social de propósito general, por disponer de información oficial constate y fidedigna. Así mismo en un muro compartido, además de la información oficial, se fomenta la cercanía y la complicidad en la medida en que se crean mensajes más horizontales.

Las apps privadas al estilo red social favorecen la aparición de liderazgos internos poniendo en valor a personas que de otro modo pasarían inadvertidas.

El employer branding, o cómo generar experiencias digitales satisfactorias para los empleados, puede generar beneficios para la compañía.

El uso de apps privadas al estilo red social para complementar la labor del talento no solo repercute en el propio empleado. Nuestra organización también puede verse favorecida en la medida que sea percibida como una marca empleadora, capaz de ofrecer las herramientas que el empleado necesita y sobre las que incluso pueden implementarse iniciativas de retención del talento. Por ejemplo, a través de la gestión de programas de recompensa desde la misma aplicación y dispositivo que el empleado utiliza para compartir ideas o hallazgos.

Otro punto de interés es la posibilidad de poder implementar un programa de onboarding para acompañar a las personas que se incorporan a la empresa. Esto permitirá una integración más rápida, que incluso puede estar gamificada, y una mayor identificación con los objetivos de la empresa.

“Unicanalidad, multicanalidad, omnicanalidad y ahora la opticanalidad, un paso más en la búsqueda del mensaje lo más personalizado posible también en la comunicación interna”

Así, disponer de una app privada al estilo red social nos va a permitir aprovechar las prestaciones del Big Data de que dispone la empresa para ofrecer mensajes personalizados a cada empleado, avanzando en el concepto de opticanalidad. Es decir, optimizar el canal más adecuado de comunicación para, como hemos visto, poder

dar respuesta a los gustos, las necesidades y aspiraciones de los empleados. También a aquellos elementos que resulten útiles para conseguir confeccionar comunicaciones lo más personalizadas posibles, de modo que nuestros empleados se sigan sintiendo parte estratégica de la compañía porque se sienten parte importante de ella.

En definitiva, se trata de generar y recibir valor en la relación con el empleado; para lo que todos los departamentos deberán aportar su granito de arena.

Sin duda Recursos Humanos/Talent, Formación y Comunicación van a tener que estar muy activos si quieren contar (en sentido amplio) con los mejores.