El mercado tecnológico se ha convertido en un pilar fundamental de la economía mundial. En 2023, según datos de Dealroom, se invirtieron aproximadamente 315.000 millones de dólares en empresas tecnológicas a nivel global. La inteligencia artificial generativa (AI Gen) está impulsando buena parte de esta inversión tecnológica. Según datos del informe ‘AI Index Report 2024’ de la Universidad de Standford, en 2023 la IA generativa atrajo 25.200 millones de dólares, más de 8 veces la inversión de 2022.
A pesar de las proyecciones, la confianza de los inversores en la IA ha empezado a mostrar algunos signos de fragilidad. Las excesivas expectativas, acompañadas de los grandes costes para desarrollar esta tecnología, están detrás de estas preocupaciones. Pero ¿qué buscan exactamente los inversores? ¿Está pasando con la inteligencia artificial lo mismo que pasó con el boom de las puntocom? El divulgador y analista financiero Cristian Barros y el presentador y fundador de Dementes Podcast, Diego Barrazas, reflexionan sobre estas cuestiones en esta conversación para el primer episodio de la tercera temporada del podcast Cuidado con las macros ocultas de Cuatroochenta: ‘¿Quién paga el desarrollo tecnológico?’.
¿Se repite con la IA lo mismo que pasó con las puntocom?
El tecnológico es un sector que suele atraer fondos de inversión, sobre todo de capital riesgo cuando se produce una disrupción o innovación. Pasó con la tecnología blockchain, con la realidad virtual y el metaverso y ahora está pasando con la IA. Los proyectos ligados a esta tecnología están levantando grandes inversiones. “Cosa a la que le ponen inteligencia artificial, cosa que levanta capital” expone Diego Barrazas, presentador de uno de los podcasts de negocios y emprendimiento más escuchados en Latinoamérica.
Aunque en el mercado tecnológico se han sucedido varias olas, el analista financiero Cristian Barros hace una analogía entre la explosión actual de IA y el boom de internet de finales de los 90 y principios de los 2000. “Entonces las famosas puntocom volaban en bolsa, pero quien realmente ganaba era Microsoft que era quien vendía los ordenadores”. Ahora paso algo similar, quien “realmente se está beneficiando es la empresa que fabrica los microchips (NVIDIA) para dar soporte a toda la IA”. Barros advierte de que en este tipo de firmas “se están descontando demasiadas expectativas”, ya que en su evaluación se están incluyendo los posibles futuros éxitos. Esta valoración hace que las caídas también sean notables. Y volviendo al ejemplo de las puntocom, recuerda que “Microsoft tardó 17 años en recuperar los beneficios que obtenía en el año 2000”.
¿Qué impacto puede tener la exageración de las capacidades de la inteligencia artificial?
La ola de IA de los últimos dos años plantea un riesgo: que muchas empresas quieran subirse a ella, sin conocer la tecnología o diciendo que están desarrollándola cuando realmente no lo están haciendo. Es lo que se ha bautizado como ‘AI Washing’. Se trata de exagerar los productos y servicios diciendo que incorporan sistemas de inteligencia artificial cuando en realidad no lo hacen. Según Cristian Barros, es algo que suele pasar, sucedió con las puntocom, con la blockchain y también pasa con los criterios de responsabilidad social ESG. “La línea es muy fina”, apunta el divulgador quien defiende la labor de los analistas financieros para “entender el modelo de negocio, lo que hace y hacia dónde va y saber, así, realmente cómo la IA puede ayudar a optimizar los procesos”.
Esta práctica engañosa puede repercutir negativamente en las compañías. Diego Barrazas pone el ejemplo de las tiendas automatizadas de Amazon, repletas de cables y sensores, que en realidad requerían de la supervisión de un equipo de 1.000 personas para etiquetar la información. Para el mexicano las empresas deben adaptar sus modelos de negocio y ajustar sus estrategias para poder seguir creciendo. “La tecnología se queda, la herramienta se queda y se seguirá usando. Lo que van fracasando son los modelos de negocio o la falta de modelos de negocio”.
¿Hasta qué punto la innovación es un factor diferencial en la inversión tecnológica?
El nivel de innovación y el talento del equipo son dos de los factores que condicionan las inversiones en el sector tecnológico. “La idea que haya detrás” es la prioridad según Cristian Barros, pero también la “capacidad y el conocimiento del equipo directivo para ejecutar una estrategia”. De una opinión algo diferente es el podcaster Diego Barrazas quien asegura que “lamentablemente no siempre el equipo más talentoso es el más llamativo y el que levanta capital”.
La regulación también es otro aspecto trascendente. Con esta frase “Estados Unidos inventa, China copia y Europa regula” el divulgador financiero Cristian Barros recordaba, desde Europa, la necesidad de no poner trabas al desarrollo tecnológico porque “mientras nosotros no lo hacemos, lo hará Estados Unidos”. Desde México, Diego Barrazas cree que “el problema no es tanto la regulación, sino quién hace las regulaciones”. “Me preocupa porque hay veces que terminan matando las posibilidades por no entender, en lugar de hacer una regulación adecuada” concluía el presentador de Dementes.
"Evidentemente alguien que quiera invertir se va a centrar mucho en la necesidad y la idea que haya detrás. Y luego en lo que se van a fijar es en el talento, que tenga un equipo directivo con la capacidad y el conocimiento necesarios para ejecutar esa estrategia".
Cristian Barrios, divulgador y analista financiero