La gestión de la sostenibilidad es una prioridad en la agenda del retail para dar respuesta a las exigencias tanto de consumidores como regulatorias. Existen soluciones que permiten monitorizar la cadena de suministro, la huella de carbono o la gestión de residuos, entre otros, además de facilitar el cumplimiento de la normativa en un sector que ve la sostenibilidad como una oportunidad de crecimiento.
El retail es un sector económico que se ha mostrado fuertemente comprometido con la transición ecológica y energética en los últimos años. De hecho, es la tercera prioridad, tras la gestión de la inflación y reducción de costes y la mejora de la resiliencia en la cadena de suministro, según recoge el estudio Deloitte Global Retail Outlook 2024. Esta preocupación se ha traducido en inversiones para avanzar en la sostenibilidad, tanto para garantizar el cumplimiento normativo, cada vez más exigente, como para hacer frente a la demanda creciente de los consumidores por una compra más sostenible y de las diferentes partes interesadas.
Hacia un comercio más sostenible
El cumplimiento de la Agenda 2030 de la ONU y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están marcando el camino hacia la gestión de la sostenibilidad. Además, en línea con el Pacto Verde Europeo (European Green Deal), todos los sectores, pero de una forma especial el retail y el transporte y distribución deben experimentar una transformación que obligará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para lograr la neutralidad climática de aquí a 2050. Según diversos estudios, una cuarta parte de las emisiones mundiales proceden de estos sectores.
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Monitorizar la cadena de suministro y calcular la huella de carbono
En este escenario, la transformación digital puede facilitar la transición ecológica y allanar el camino tanto al comercio minorista de moda, alimentación y bebidas u otros productos como al de transporte y distribución. La tecnología permite la monitorización de la cadena de suministro de las organizaciones, incorporando aspectos ambientales, sociales y de buena gobernanza (ESG) y optimizando la toma de decisiones sobre sus procesos.
Un ejemplo práctico y sencillo de la utilidad que tiene la tecnología en la lucha contra el cambio climático por parte de las compañías es el cálculo de la huella de carbono en toda su cadena de valor.
Un marco común que adelanta la necesidad de implementar sistemas de cálculo de huella de carbono para sectores clave, como el sector retail y empresas de distribución, es la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética.
Este cálculo permite conocer en qué procesos o rutas hay un mayor consumo energético y dónde se pueden mejorar la eficiencia o ahorro energético. Además, esto fomenta la independencia energética en una actividad o servicio, generando energía renovable mientras se reducen las emisiones GEI.
Otro ejemplo es la gestión de residuos para lograr una trazabilidad completa con su registro y medición, contemplando aspectos como la identificación del residuo por código LER (Lista Europea de Residuos), su naturaleza y tratamiento y el seguimiento de cada movimiento. Así, podremos tener una medición continua de la actividad de residuos y asociarlos a indicadores de cálculo de Análisis de Ciclo de Vida, como la huella hídrica o huella de carbono, para fomentar los criterios de producción sostenibles y la economía circular.
Soluciones para facilitar el cumplimiento de la normativa
La tecnología también es facilitadora en los procesos de certificación y mantenimiento de las normativas ISO, desde la ISO 14001 (sistema de Gestión Ambiental), hasta cualquier otra normativa (ISO 9001, 45001, 50001, etc.). Con herramientas digitales se puede definir el alcance de la normativa, la gestión de las tareas diarias, procedimientos y documentación asociada, incluyendo el control de los registros, la programación de las auditorías, internas y externas, y las evidencias clasificadas en no conformidades, acciones de mejora, observaciones u otras categorías asociadas.
Otro aspecto en el que la tecnología aplicada a la sostenibilidad puede ayudar al retail es en los procesos de evaluación de informes no financieros (EINF o informes de sostenibilidad), requisito obligatorio para aquellas organizaciones con más de 250 trabajadores (Ley 11/2018 de 28 de diciembre).
Además, está ley será transpuesta por lo establecido en la reciente Directiva de Información de Sostenibilidad Corporativa de la Unión Europea (CSRD), anteriormente llamada Directiva de Información no Financiera (NFRD), dónde todas las compañías, incluidas las pymes, deberán informar sobre el impacto medioambiental, social y de gobierno de sus actividades empresariales, promoviendo su alineación con otros estándares internacionales de sostenibilidad como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La elaboración de este tipo de informes tiene dos requisitos fundamentales: por un lado, es necesario diseñar una matriz (matriz de materialidad) donde se definan las cuestiones materiales, grupos de interés y tendencias sectoriales y, por el otro lado, se deben identificar y analizar los datos asociados a ESG (Environmental, Social and Governance) de toda la organización. Con la tecnología, se pueden obtener esos indicadores, de manera automatizada y centralizada. De esta manera, se agiliza el diseño de planes de acción para integrar la sostenibilidad en las organizaciones y crear modelos de negocio sostenibles en el tiempo.