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Desarrollo app  ·  Transformación digital

La digitalización se afianza en los cuidados del bebé con naturalidad. Soluciones tecnológicas y big data para contribuir a fortalecer vínculos y crear nuevas experiencias.

Con tan solo 3 días, Leo pesaba 3,33 kg. Ahora tiene 2 semanas, su peso es de 3,53 kg y mide 55 cm de alto. Todo en orden. Su madre y su padre registran todos estos datos en una app con la que pueden hacer seguimiento de su crecimiento, lactancia, visitas médicas, cambio de pañales, temperatura, horas de sueño, etc. Ahora, el tradicional walkie talkie para bebés son cámaras que registran cada uno de sus movimientos y que se pueden controlar y ver desde cualquier dispositivo móvil; las hamacas imitan el movimiento de una madre o un padre acunando a su bebé a través de tecnología bluetooth, los carteles de “Bebé a bordo” llevan luces LED, las básculas y termómetros que almacenan e interpretan datos e incluso los pañales te pueden avisar si hay algún tipo de infección o deshidratación.

La tecnología se alía con los padres y las madres. Se adapta a sus necesidades durante los primeros meses de su bebé y, a través de sus funcionalidades y posibles aplicaciones, fortalece aún más su vínculo durante esta fase. Cuando se habla de la transformación digital aplicada al cuidado de un bebé, no se trata de convertir a Leo en el próximo niño “Arkangel” de Black Mirror. En realidad, es todo lo contrario. La implicación de tecnologías e incluso el big data aplicado al cuidado de un bebé no solo facilita la labor de padres y madres, sino que genera nuevas emociones. Tecnología que también está pensada para cubrir una de las principales necesidades de cualquier padre y/o madre: facilitar el equilibrio entre la crianza y las responsabilidades de la vida diaria (trabajo, familia, hogar, etc.).

Apps para monitorizar la salud de tu bebé

Funcionalidades que añaden nuevas experiencias. Por ejemplo, el padre de Leo ha grabado su voz en el módulo extraíble y personalizable de su peluche, el cual puede activar desde su teléfono móvil. Esto es posible con apps, las cuales también permiten que las personas usuarias puedan ver los movimientos del bebé a través de una cámara vigilabebés, controlar variables como la temperatura y el peso, acceder al registro de crecimiento y recibir alertas sobre próximas visitas médicas y vacunas, reproducir música con un altavoz desde el móvil y recopilar fotografías en un álbum de recuerdos del bebé.

La tecnología y el big data incluso han llegado al mundo de los pañales. Por ejemplo, Pixie Scientific son unos pañales con los que los padres de Leo pueden saber si su hijo tiene algún tipo de infección de orina, deshidratación o problema en el riñón a través de un código QR. O los más recientes, los Lumi Pamper, una línea de pañales inteligentes desarrollados por Protecter & Gamble y Verily que, al estar conectados con uno sensores que se adhieren al pañal, permiten saber cuándo duerme el bebé o si se tiene que cambiar o no el pañal; y los datos quedan recogidos por una app que aporta información cuantitativa sobre la actividad de su bebé.

En el caso del cuidado de un bebé no solo se habla de datos y tecnología, también de salud. Es por esto que no es de extrañar que la Asociación Española de Pediatría disponga de sus propias apps. Por un lado, encontramos Pediamécum AEP, una aplicación que permite la consulta rápida por parte de profesionales de las fichas Padimécum en cualquier lugar y momento. Y, por otro lado, Lactancia Materna AEP, con la que, tanto padres y madres como profesionales podrán acceder a información útil y contenidos sobre la lactancia.

El procesamiento e interpretación de los datos registrados por las apps hacen que sea posible, no solo hacer un seguimiento de su crecimiento, sino también monitorizar su salud.

Uno de los puntos fuertes, y el más importante, de este tipo de desarrollos es que son fáciles de utilizar y están al alcance de cualquier persona usuaria. Por ejemplo, poder hacer un seguimiento diario de los hábitos de salud del bebé y de sus momentos claves es tan sencillo como instalar apps como Baby Daybook o Baby tracker en nuestro smartphone. Herramientas que ayudan a registrar el cambio de pañales, hacer un seguimiento de la lactancia o tomas de leche, de los medicamentos y visitas médicas, consultar los esquemas de sueño o poder llevar el control de altura y peso del bebé.

¿Por qué llora un bebé?

También la inteligencia artificial está llegando a este campo. Concretamente, para reducir el llanto de un bebé y saber una aproximación de qué le puede estar pasando. Es el proyecto, por el momento en fase de prueba, que ha empezado a desarrollar Ana Laguna, BBVA Data & Analytics, cuand quiso saber por qué lloraba su hijo. Se basa en 65 audios recogidos y posteriormente identificados, con los que Ana Laguna ha creado una biblioteca que, a través del desarrollo de un algoritmo propio, puede decirnos si un niño o niña llora por tener sueño, hambre, le duele algo o simplemente quiere que le hagamos caso.

No solo se trata de que Leo pueda escuchar la voz de su padre en su nuevo peluche o de que su madre pueda verle desde el teléfono móvil en su trabajo. Se trata de ir más allá de un simple registro de temperatura, lactancia o cambios de pañal. El papel que juega el big data es muy importante. Además de la experiencia añadida que ofrecen este tipo de tecnologías, la posibilidad de almacenar y procesar datos hace que sea posible obtener un seguimiento real del crecimiento del bebé, de su evolución y la posibilidad de monitorizar su salud y momentos clave. Leo está llorando. Su madre le mira por la cámara vigilabebés desde la cama: se ha despertado. Activa el módulo sonoro de su peluche para que se tranquilice hasta que lleguen a la habitación. Tiene hambre. Su padre abre la app y registra la toma de leche materna. Consulta el seguimiento, la última fue hace tres horas. Todo en orden.

Desde apps de seguimiento a sensores en los pañales, inteligencia artificial para interpretar el llanto o soluciones para monitorizar la salud del bebé. La tecnología se convierte en la aliada de padres y madres durante la crianza.