Más de 10 millones de personas utilizan o han utilizado software o apps desarrolladas por Cuatroochenta, fundamentalmente en España y Latinoamérica. La mayoría, profesionales que le sacan partido en su trabajo diario. Ayudándoles a agilizar procesos, a ser más productivas y a mejorar sus resultados de forma segura. A menudo de una manera prácticamente transparente, gracias a más de 1.200 empresas que confían en nuestra tecnología de forma recurrente.
Ese es el primer gran logro de Cuatroochenta en su 10º aniversario, que se cumple este domingo, 28 de noviembre: el impacto directo, tangible y medible, en todo tipo de sectores, desde el sanitario hasta el industrial, pasando por la movilidad, el facility services & management, retail, bancario, turismo, educativo, cultural... digitalizando actividades clave en áreas en las que herramientas y servicios estándar no llegan. Una fábrica de software que combina desarrollos a medida con productos propios (CheckingPlan, FAMA) y de terceros, como los de Microsoft (de los que somos Gold Partner). Integrándose, complementándose, interoperando.
Encontrando aplicaciones útiles para tecnologías que cuando surgieron parecían una entelequia, desde el internet de las cosas hasta la inteligencia artificial. Ofreciendo innovación que sirve, que funciona, para responder a las necesidades de clientes, profesionales, personas usuarias. Poniéndonos en su piel y preguntándonos “para qué” antes de escribir una línea de código.
Una metodología que ha marcado nuestra forma de trabajar desde que la empresa echó a andar en 2011, desarrollando un software para mostrar información agregada de diferentes fuentes para el Puerto de Castellón, y hasta que, en medio de una pandemia mundial que nos sigue poniendo a prueba a todos los niveles, aportamos nuestro granito de arena en el despliegue tecnológico del hospital de campaña en IFEMA para conectar a pacientes y enfermería, con un sistema que ya funcionaba en más de 50 hospitales. O hasta que organismos como la Universidad Complutense de Madrid, ministerios del Gobierno de España, consellerias de la Generalitat Catalana o RTVE utilizan un software nuestro para gestionar sus infraestructuras. Pero también para que entidades financieras e infraestructuras críticas de Centroamérica, como el principal aeropuerto de la región, El Dorado de Bogotá, rinda con los más elevados estándares de ciberseguridad de la mano de Sofistic. Concibiendo la tecnología como una herramienta, no como un fin en sí mismo, al servicio de las personas.
El equipo, de 11 a 246 personas, y la forma de liderar
Grabando el documental que pronto estrenaremos para conmemorar el 10º aniversario de la compañía (abriendo el post, el avance) hemos percibido con claridad que, siendo una empresa tecnológica y con mayoría de perfiles técnicos, las emociones estaban a flor de piel en cada uno de los testimonios. Las conversaciones se enfocan siempre en las personas, más que en los avances tecnológicos, el EBITDA o el crecimiento de la compañía. Muchos testimonios elogian la forma de ser y de motivar de los socios fundadores, Alfredo R. Cebrián y Sergio Aguado, pero sobre todo la influencia de sus valores fundacionales en el equipo. Esa forma que en broma bautizamos (imitando el lenguaje y la entonación de Muchachada Nui) de “be cuatroochenter” y que ahora utilizamos en comunicación interna y con el público inversor. Esa forma de estar por el cliente, de confiar y ser confiable, de ser autocrítico y autoexigente, de estar en constante aprendizaje, de cuidar todos los detalles. Y de no tomarnos demasiado en serio.
Y, así, hemos pasado de ser 11 empleados en el primer estatus de la empresa en diciembre de 2012 a 246 personas repartidas en 10 oficinas, las del parque tecnológico Espaitec de la Universitat Jaume I de Castelló, la sede central donde nacimos, y las de Barcelona (2), Burgos, Madrid, València, Panamá, Bogotá, Santo Domingo y San José. Un estatus que simboliza la convicción de Cuatroochenta por la transparencia. Por compartir resultados, objetivos, inquietudes y propósitos. Y un crecimiento exponencial, sí, pero que realmente se está haciendo de una forma consistente, haciendo partícipe a todo el equipo. Encarando el difícil reto de la integración de equipos cada vez más dispersos geográficamente y en teletrabajo, al que dedicamos energías y recursos para continuar fortaleciendo nuestra cultura de empresa.
Perfect Wide, Gimeno 111, Sofistic, 4TIC, Ekamat, Sofistic Colombia, FAMA y Develapps se han sumado a la familia Cuatroochenta desde 2016, con especial intensidad en el último año, para ampliar y mejorar competencias y tecnologías, multiplicar oportunidades de negocio y seguir aprendiendo para ser más útiles a nuestros clientes.
Los inversores, compañeros de viaje
El 10º cumpleaños de Cuatroochenta prácticamente coincide con el primer aniversario de nuestra incorporación a BME Growth como empresa cotizada. Un hito puesto al servicio del crecimiento orgánico e inorgánico de la compañía con el objetivo de ser la fábrica de software preferida de las empresas para que sus profesionales mejoren su rendimiento sirviéndose de la tecnología de una forma segura. Sin ponernos límites.
Pero, entre frías tablas de resultados, proyecciones y ebitdas, lo que también marca la trayectoria de Cuatroochenta como cotizada es la confianza entre las personas y la credibilidad.
Desde el primer inversor de la compañía, Vicente Montesinos, pasando por Santi Gimeno, Manolo Pastor (Pavasal) o Vicente Beltrán y hasta la reciente entrada de Inveready, lo que al final explica la conexión, según su propio testimonio, ha sido ese sentimiento de pertenencia del que hablábamos al referirnos al equipo, de sumarse como compañeros de viaje a un proyecto consistente e ilusionante. El mismo que intuimos que mueve a los cerca de 1.000 inversores que destinan parte de sus ahorros a 480S.
Ecosistema de innovación y capacitación tecnológica
Una financiación que siempre se ha reinvertido en el crecimiento de la compañía y, desde los inicios, en compartir conocimiento y extender el ecosistema de innovación del que nosotros mismos nos beneficiamos a nuestro entorno. Así nació Mit4, el proyecto educativo con la UJI para conjugar las habilidades técnicas con las de negocio, nos involucramos en el encuentro de programadores Hackathon Castellón, impulsamos junto con otras empresas la asociación de tecnológicas castellonenses Xarxatec, o acogimos el proyecto de formación en inteligencia artificial con fines sociales Saturdays AI. Así participamos en la impulsora de startups Blast Off Partners, somos miembros fundadores de la Fundación ValgrAI para atraer talento en IA a la Comunitat Valenciana y, este mismo curso, hemos puesto en marcha la Cátedra Cuatroochenta de Inteligencia Artificial, Salud y Bienestar de la UJI, enfocada principalmente a la calidad de vida de las personas mayores. Y en esa misma línea, también proyectamos nuestra forma de hacer en participadas como la tecnológica Pavabits, de la mano de Pavasal, en la empresa de ingeniería de experiencias emocionales Loopers o a través de servicios para la Unidad de Análisis y Desarrollo TI de la UJI (UADTI).
Nos dicen que somos una tecnológica humanista, pero sabemos que tenemos ante nosotros el reto de mantener el equilibro entre el crecimiento y la sostenibilidad y la responsabilidad social. Nada más motivador. Seguir adaptándonos a los cambios, seguir aprendiendo para sacarle partido a la tecnología y responder a las necesidades de nuestros clientes, sin perder nunca de vista el impacto que genera. Seguir trabajando duro y con sentido.