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Desarrollo app

El periodismo empieza a ponerse las pilas con la publicación de las primeras piezas inmersivas en realidad virtual, difundidas en formato app para disfrutarlas con gafas de realidad virtual.

Historias con una clara orientación social, sobre conflictos internacionales que han caído en el olvido en los informativos o sobre la exclusión en nuestras ciudades; para remover conciencias situándose dentro de la escenaVivir un entrenamiento de natación dentro y fuera de la piscina al mismo tiempo, desde la perspectiva de la nadadora. También reportajes sobre las tensiones ciudad-medio ambiente o modernidad-calidad de vida. El periodismo empieza a ponerse las pilas con la publicación de las primeras piezas inmersivas en realidad virtualdifundidas en formato app para disfrutarlas con gafas VR, con el objetivo de reconectar con un público que abraza los nuevos lenguajes, los nuevos formatos y los nuevos dispositivos. Y ya no solo para jugar.

Es una tendencia internacional que han iniciado medios de referencia como The New York Times (con app específica propia), BBC, Vice News, Associated Press o Sky News, con piezas que ya están teniendo repercusión como The Displaced: Hana, sobre los refugiados sirios en Líbano. En España se ha iniciado su fase experimental de la mano del Immersive Journalism Lab, impulsado por The App Date con la colaboración de TVE, El País, El Mundo, La Sexta, Yorokobu, Cadena Ser, Eldiario.es, Grupo Vocento, El Mundo y Grupo Zeta, conforme pudimos comprobar en el Espacio Fundación Telefónica en la Gran Vía de Madrid, donde se mostraron los primeros resultados en un evento, The App Date Immersive Journalism #TADImmersive, para el que se agotaron las invitaciones.

Empatía. Ese fue el concepto que más veces se escuchó de boca de los periodistas e impulsores del proyecto, como clave de lo que se presenta como nuevo género periodístico. Así, las primeras piezas surgidas del citado laboratorio, “Urban Beekeeping” y “Campo urbano, ciudad rural”, buscan conectar con el usuario de otra manera, situándolo en el centro de la acción, rodeado de abejas y paneles urbanos en el primero –como nueva apuesta para salvar la polinización- o de ganado y edificios en el segundo, para hacerle casi partícipe, para que realmente tenga una experiencia inmersiva desde una perspectiva que le toque, que le agite. Eso sí, con resultados, de momento, muy desiguales. Aunque la pieza que está rodando el equipo de Salvados con la colaboración de Intermon Oxfam, introduciéndose en chavolas de Madrid, y de la que explicaron cómo han ido los primeros días de trabajo con algunas imágenes, tenía muy buena pinta.

Debate. El evento sirvió para presentar la app VReak, donde se recopilan esas primeras experiencias periodísticas del laboratorio, pero sobre todo sirvió para abrir un interesante debate sobre la guionización o no de las piezas, sobre el papel del periodista en la realización, sobre lo intrusivo de las gafas VR… y sobre las dudas y desconfianzas que genera, prueba del momento embrionario en el que todavía se encuentra tanto la tecnología como la producción de contenidos que la aprovechen y le proporcionen recorrido. En el público, de hecho, se encontraban algunos periodistas de referencia, como el ex director de Informativos de TVE Fran Llorente.

 

Futuro. De cualquier forma, los últimos lanzamientos comerciales, el gran protagonismo que tuvo en el último Mobile World Congress de Barcelona, la gran expectación que generó el #TADImmersive en Madrid o los proyectos en los que ya trabajan medios líderes como TVE, con su Laboratorio rtve.es, que prepara algunas piezas con experiencias inmersivas sobre deportistas que participarán en los Juegos Olímpicos de Brasil, no dejan lugar a la duda: ha llegado el momento de esta tecnología también en España; no estamos ante una prenda de temporada. Si bien también es crucial que las experiencias inmersitas empiecen a satisfacer pronto -en este caso hablamos solo del ámbito periodístico- las altas expectativas que se están generando. Una empatía real y no solo un pasajero juego de artificio.