inmutable
Del lat. immutabĭlis.
1. adj. No mudable, que no puede ni se puede cambiar.
2. adj. Que no siente o no manifiesta alteración del ánimo.
El gurú danés del UX Jakob Nielsen introduce el concepto de que la experiencia de usuario es y ha sido inamovible y lo seguirá haciendo. Cuatro años después de su intervención en esta conferencia en Las Vegas (The Immutable Rules of UX) sus palabras parecen no tener fecha de caducidad.
Lo inmutable
Cuando diseñamos interfaces con funcionalidades, el trabajo del diseñador/a no se rige por ser un ‘artista’ o por intentar impresionar con sus habilidades. Las personas encargadas del diseño UX (user experience) tienen un factor universal: diseñan para usuarios y usuarias , diseñan para personas. Dejando a un lado tendencias y modas, el propósito es atemporal.
Hay que subrayar que algunos de estos principios tienen ciertas similitudes con los de Lean UX. De hecho, Nielsen recalca que, aunque la terminología cambia, los conceptos suelen permanecer estables o, en ocasiones, iguales, pero con cambios de matiz.
Test, test, test…
Prescindir del proceso de testear no es una opción. Si el equipo encargado del desarrollo del producto o solución no lo testea internamente o en pruebas A/B antes de lanzarlo, será el usuario/a final quien lo hará… Y si no se acierta, seguramente la persona usuaria buscará algo mejor. Es otro ejemplo de una constante intrínseca del diseño: diseñamos una experiencia de usuario para personas.
Constantes del proceso UX
Diseño centrado en la persona usuaria, desde el principio y con cuantas más iteraciones, mejor.
Las iteraciones, al principio, deberían ser de baja fidelidad para poder repetirse más rápidamente.
Cuando hablamos de los detalles, también significa que hay que prestar atención al copy, que no induzca al usuario/a a equivocarse y que pueda utilizar correctamente la interfaz
Cuando pensemos que ya estamos satisfechos de que nos acercamos a una solución, tomamos un paso hacia atrás y contemplamos lo global y los detalles en cada pantalla.
El diseño tiene que funcionar
El diseño tiene que ser obvio, no puede ser ambiguo. Por ejemplo, si hay un texto grande en medio de la pantalla, es el titular; no podemos poner el título en texto pequeño vertical en una esquina de la pantalla. La persona usuaria no suele tener tiempo para trucos ni trampantojos.
El diseño tiene que entenderse a la primera, ser directo. Elementos grandes y de color serán más importante que cosas más pequeñas y monocromáticas.
Diseño superficial / diseño profundo
Un punto muy interesante, y que destaca Nielsen, es la diferencia entre el diseño de superficie —que es lo que se ve— y el diseño profundo —que se podría decir que es el feeling del diseño—.
Podríamos hacer una pequeña abstracción y decir que lo superficial es el UI (user interface) y que lo profundo corresponde a UX; aunque en realidad se debe considerar el papel de cada concepto y sopesar cual añade o resta valor en cada iteración.
¿Cómo ha condicionado internet a las personas usuarias?
La web es casi infinita, pero lo importante aquí es cómo ha evolucionado nuestra forma de usar internet.
De los billones de páginas web que podemos encontrar, muchas de ellas son malas y no aportan prácticamente nada, generan ruido. Esto provoca que las personas se hayan vuelto escépticas y, por tanto, que el usuario/a no lea en profundidad (a no ser que se algo que haya buscado y le interese, como un artículo). Hacemos lecturas rápidas, por encima, en diagonal para ver si hay algo que es de interés y es muy fácil que el usuario/a abandone una web si no encuentra en ese primer vistazo lo que busca o interesa o, aún peor, si no sabe moverse por ella.
Otro factor es la sobrecarga de información, que también es negativa para el usuario/a, ya que no somos capaces de retener tanta. Si los primeros veinte segundos son los más importantes para que una visita decide que se queda o no, hay que ser conciso y escueto y transmitir fiabilidad y utilidad.
Utilidad
Es importante entender en qué consiste la utilidad cuando hablamos de UX.
Nielsen lo presenta como una sencilla ecuación: Utilidad = Valor + Usabilidad
Da igual si tienes el interfaz más bonito, si la funcionalidad no es la adecuada, no servirá. Por otro lado, si la funcionalidad es esencial pero la persona usuaria no lo puede usar de forma ágil, también lo perderemos.
Volviendo a la conferencia de Nielsen, éste desvela un gráfico que muestra el grado de satisfacción de las personas usuarios de determinadas webs desde 1991. ¿Lo más sorprendente? Que apenas hay cambio.
Entonces, ¿las webs de hoy en día son igual de malas que las webs del principio de internet? Desde luego que no. Las webs de hoy en día son mucho mejores que las de antaño, lo que pasa es que nuestras expectativas suben progresivamente junto con las de nuestros coetáneos, lo cual significa que estamos en un a espiral de mejora continua junto con una conciencia colectiva que cada vez exige más.