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Desarrollo app

El método Cuatroochenta: 10 pasos para desarrollar una app para móviles.

¿Cuál es el camino entre una idea feliz y una app que la gente quiera o necesite llevar en su móvil o tablet? En 2014 intentamos explicar en formato video cómo convertir un sueño en app, para exponer que somos un equipo de trabajo multidisciplinar que cuida con mimo todo el proceso de desarrollo de una aplicación móvil, desde su gestación hasta su descarga. De hecho, durante la realización del spot, estuvimos tentados de simular una máquina de fabricar apps, buscando generar un halo de misterio. Pero la realidad, como sabes, suele ser mucho más prosaica. El secreto de una buena app, de una app que funciona o que genera negocio, no es otro que eltrabajo bien hecho de forma continuada. Y con método. Partiendo de una idea brillante, sin duda, pero con una concepción integral que haga repartir proporcionalmente los esfuerzos y recursos que vamos a destinar. Basándonos en los cerca de cinco años de experiencia que llevamos desarrollando apps, el método de Cuatroochenta se resume en estos 10 pasos:

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Basándonos en los cerca de cinco años de experiencia que llevamos desarrollando apps, el método de Cuatroochenta se resume en estos 10 pasos:

1. La chispa inicial.

En medio de una reunión de trabajo, o de una comida con familiares y amigos, salta la chispa. En nuestra cabeza se dibuja la app ideal, (¡pero si ya estoy viendo hasta el icono en mi móvil!), la que soluciona un problema concreto, la que sirve para presentar mejor un producto, la que ofrece o complementa un servicio e incluso la que estoy convencido de que lo va a petar a escala global. Según el formulario de contacto de la web de Cuatroochenta, esto muchas veces ocurre la tarde del domingo.

2. La criba: ¿seguro que alguien no lo ha pensado antes?

Quizás sea mejor aguantar hasta el lunes antes de mover ficha. Desciendo de los cielos, ordeno ideas y las aterrizo sobre el papel. Rastreo Google Play y App Store para asegurarme de que la app que está en mi cabeza no está ya en decenas de miles de móviles. Contacto con una empresa de desarrollo de apps que trabaje con profesionalidad, que tenga experiencia y que, al mismo tiempo, esté dispuesta a escuchar e involucrarse en mi proyecto. Pongamos que hablamos de Cuatroochenta.

3. La conceptualización: para qué y para quién.

Esa empresa te ayudará a estudiar y concretar los objetivos que quieres alcanzar con la app, ya sea como negocio en sí mismo o basándose en uno preexistente, alineándolos con el resto de estrategias comerciales y de comunicación. Y también analizará las características del usuario al que pretende dirigirse la aplicación, para determinar su funcionalidad y su estructura.

4. Funcionalidad, decisiones técnicas y presupuesto.

Llega el momento de formalizar la propuesta (nosotros le denominamos OP, de oportunidad), en la que se presenta un esquema de funcionalidad después de revisar los procesos del servicio y/o producto vinculados a la app, sus usuarios, los materiales y los recursos (datos, documentos, material multimedia, etc.). Y también de tomar algunas decisiones técnicas decisivas: ¿para smartphones, tablets o ambos?, ¿Android, iOS o ambas?, versión de sistema operativo compatible… Además, el cliente también conocerá la planificación del desarrollo, el cronograma y el equipo que trabajará en su app. Y, claro está, su coste de producción.

5. Diseño de interfaz y experiencia de usuario (UI & UX).

Partiendo de la propuesta aprobada, el equipo de diseño se encarga de obtener el máximo rendimiento que ofrecen las diferentes plataformas para desarrollar interfaces amigables (UI, User Interface) que ofrezcan una experiencia óptima al usuario (UX, User Experience). Lo sabes como usuario: si una app no es atractiva y no rula bien durará dos microsegundos en tu móvil. La competencia es feroz y, primero de todo, una app ha de entrar por los ojos y por los dedos. Con el diseño de los screenshots (capturas de pantalla), que guiarán la programación de la app, empiezas a ver cómo quedará tu idea inicial.

6. Programación de la app y de la parte servidora.

Una vez aprobados los diseños es cuando la idea se transforma en realidad, cuando los desarrolladores escriben código de colores con fondo de pantalla negro y, voilà, la aplicación empieza a caminar. Tanto en iOS como en Android, Cuatroochenta programa en lenguaje nativo para que la aplicación tenga todo el potencial que permite el móvil. En Android trabajamos con Java y Android Studio y en iOS con Swift y XCode. La parte servidora solemos programarla con LAMP (Linux+Apache+Mysql+PHP), aunque nos adaptamos al cliente si requiere otra diferente. Parece un enredo, pero el resultado es que, finalmente, es facilísimo administrar la app.

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7. Versión beta: ¡funciona!

Una vez finalizada la personalización y programación de la aplicación, se pone en marcha una de las fases cruciales en el desarrollo de una app: el testeo, algo así como su puesta a punto. En nuestro caso, el equipo de beta-testers se encarga de hacer las pruebas Alpha a nivel interno, mientras en paralelo se le instalan al cliente versiones Beta con una periodicidad semanal para que pueda ver la evolución de la app y también proponer los ajustes o modificaciones pertinentes antes de su aprobación final. A este respecto, Cuatroochenta ofrece un sistema de control de calidad (Quality Assurance) que asegura un elevado nivel de satisfacción en el cliente a través del uso de herramientas de gestión online de proyectos (JIRA) o personal específico para el testeo. Mientras, sería una buena idea formar al personal de tu empresa que se encargará del administrador web (si están acostumbrados a CMS como Wordpress prácticamente no hará falta) para que sepa manejarlo antes de su publicación.

8. Publicación (sin precipitarse).

Ya tienes tu app; ahora has de ponerla en circulación para obtener descargas. Es un error común invertir el 100% de las energías y recursos en los 7 pasos anteriores, cuando estos tres últimos son igual o más importantes. Conforme explicamos en esta guía para lanzar una app es clave planificar la publicación y el lanzamiento desde su misma gestación, para evitar que se convierta en una de las millones de aplicaciones zombies que pueblan los stores, en concreto el 80% de las que se publican. Dicho de otra manera, para entrar en el selecto club de las 25-30 apps que tenemos descargadas de media cada usuario hay que currárselo. Así que no te precipites y, antes de darle al botón de publicar en Google Play y App Store (en este segundo caso tras un periodo de validación que puede dilatarse hasta dos semanas), asegúrate de conocer bien a tu competencia y a tu usuario potencial, elegir correctamente el nombre, las palabras clave, la categoría y la descripción de la app (apoyándote en herramientas como Google Trends y Sensor Tower); y también el diseño del icono, las capturas y el video. Por último, determina los ejes de comunicación, ¿cuál es el gancho de tu app?, y si merece la pena crear un microsite específico.

9. Lanzamiento, con precisión.

Es importante buscar descargas inmediatas en las horas y días posteriores a la publicación de una app para asegurar un buen posicionamiento ASO de salida (App Store Optimization, primo-hermano del SEO), así que debes sincronizar todas las acciones. Dependiendo de la aplicación, los objetivos que se persiguen con ella y el público al que se dirige, habrá que poner en danza con diferente intensidad las estrategias y canales de comunicación a nuestro alcance: técnicas ASO, marketing online y de guerrilla, relación con los medios, contacto con influencers, difusión en redes sociales, branded content, publicidad convencional… Empresas como Cuatroochenta ofrecen a sus clientes la planificación y/o ejecución del lanzamiento, desde campañas SEM a un plan de medios, pasando por la creación de contenidos multimedia y la difusión de notas de prensa, con personal especializado para contribuir al éxito de tu app.

10. Una app viva.

Como dice el tópico artístico y deportivo, una vez llegas lo más complicado es mantenerse. Para que tu app no se apague es imprescindible monitorizarla y medir resultados (Analytics, App Annie…), con el objetivo de optimizar esfuerzos de maketing y comunicación o prever mejoras y actualizaciones. En esa mejora continua, que incluye la gestión y la difusión de la app, es importante utilizar herramientas tan sencillas como las notificaciones push (mensajes directos a través de la app) para mantener la conexión con el usuario. Y, aunque parezca de Perogrullo, en la medida que conozcas tu propia app y sepas cómo funciona a nivel de usuario, sabrás cómo evolucionarla: no desconectes de tu propia app. Está en tu mano.