“¿Cómo está el tráfico?”, “¿Cuándo es mi próxima reunión?” o “Enciende las luces”. Son algunas de las frases o comandos que solemos utilizar para interactuar de forma natural, a través de nuestra voz, con asistentes como puede ser Alexa de Amazon o para gestionar aplicaciones como Google Assistant sin tener que presionar ni un botón. Un tipo de soluciones que cada vez utilizamos más, integradas en dispositivos del Internet of Things (IoT), para conseguir que nuestros hogares y negocios sean más eficientes. Y la usabilidad se ha convertido en un elemento estratégico para conseguir una mayor rentabilidad y satisfacción de la persona usuaria.
Automatización de una oficina
El mayor crecimiento de este tipo de tecnología se espera, en los próximos años, en las soluciones de monitoreo de salud en remoto que utilizan IoT para mejorar la calidad de vida y la atención domiciliaria. Dos buenos ejemplos de este tipo de soluciones tecnológicas son Rithmi, aplicación gestada a nivel técnico en Cuatroochenta, que funciona en dispositivos Garmin para prevenir el ictus y el sistema IoT utilizado en el hospital de campaña de Ifema y que integró CheckingPlan para la gestión de solicitudes de atención a los pacientes con coronavirus.
En un escenario de pandemia, donde se han impuesto las medidas de seguridad e higiene, la voz está ganando aún mayor relevancia en la interfaz de muchas soluciones tecnológicas. Su uso intuitivo y fácil ha hecho que se adopte en múltiples aplicaciones. De hecho, según previsiones de Forrester, en el regreso a las oficinas, el 80% de las empresas desarrollarán estrategias que incluyan aplicaciones de IoT para mejorar la seguridad de las personas trabajadoras y mejorar la eficiencia de los recursos. Algunos ejemplos son la iluminación inteligente, el monitoreo energético y ambiental o los espacios controlados por sensores.
El diseño juega un papel clave para que el desarrollo de tecnología IoT sea un éxito
El diseño UX/UI ha sido estratégico en aplicaciones, webs o software, pero nadie imaginaba que podía serlo también en un frigorífico, un termostato o, incluso, en unos calcetines o una gafas. Desde que todos estos productos han pasado a estar conectados a la red y su funcionamiento depende de una app, la cosa ha cambiado. El principal objetivo de los diseñadores es unificar la experiencia del usuario de forma integral, de manera que tanto la interacción física como digital funcione de forma armónica y fluida.
Características del diseño IoT
Las interfaces de voz permiten hablar con la tecnología sin que la persona usuaria tenga que estar tocando o viendo una pantalla
La simplicidad, la familiaridad y la coherencia son tres de las prioridades del diseño IoT. Se busca que el registro en la aplicación sea fácil, rápido e intuitivo, que la configuración de los equipos y dispositivos y la conexión sea sencilla y que, en definitiva, la persona usuaria no tenga la sensación de estar utilizando diversos productos o software, sino un único sistema integrado.
¿Cuáles son las claves en el diseño UI/UX de dispositivos inteligentes?
-
1Simplificación del registro. El login y registro son los mejores anfitriones de un producto digital. Son la entrada al servicio y deben ser sencillos, ágiles y seguros.
-
2Conectividad entre dispositivos. Una buena experiencia pasa por la nube que garantiza que las soluciones estén constantemente actualizadas. Un buen ejemplo de ello son los termostatos Nest de Google que almacenan en tiempo real los datos en la nube, para ofrecerlos de forma constante a la persona usuaria.
-
3Personalización. Gracias a los datos y también, por ejemplo, a la voz, estos dispositivos pueden personalizar sus servicios. Es lo que hace la ya mencionada Alexa o los vehículos inteligentes, capaces de reconocer patrones de conducción diaria.
-
4Integración. Uno de los principales retos del diseño para IoT es reducir las brechas entre el mundo físico de los dispositivos conectados y el mundo virtual de las aplicaciones y software. Se busca, por tanto, una experiencia fluida en un espacio unificado.
-
5Identificación biométrica. La biometría juega un papel fundamental para la autenticación de forma rápida y segura. Importa la manera en que hablamos, pero también cómo movemos la cabeza, presionamos un botón o deslizamos el dedo por la pantalla.